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Cuidado con el ultramaratón

miércoles, 20 de mayo de 2015

 Bryan Trujillo


Como el amor, correr es un proceso bioquímico. Cuando iniciamos el ejercicio, nuestro cuerpo reacciona y segrega endorfinas. Esta sustancia nos anestesia y nos hace sentir felices. Tiene efectos opiáceos; de hecho, engancha. Inhibe nuestros receptores del dolor. Hace que podamos estar activos durante más tiempo. No existen evidencias científicas que respalden la teoría de que correr por un paraje bello libera aún más endorfinas, pero en los últimos tiempos, los espacios naturales de Canarias, y de medio mundo, se han llenado de atletas. Correr por montaña es la nueva moda, y el ultramaratón -que supera los 42 Km- se ha convertido en el nuevo hito deportivo. Pero correr largo, además de endorfinas, puede generar problemas de salud si no se practica con la preparación física y mental adecuada.

                      
                     Jaime Luis ha participado en el ultramaratón de Transvulcania. Fotografía: Bryan Trujillo.



El trail running está en sus albores. Tanto que aún no existe una opinión consensuada sobre dónde empieza un ultratrail. Sin embargo, la International Trail-Running Association (ITRA) estima que comienza a partir de la distancia del maratón. Aunque no son los únicos, en las Islas, los dos más afamados y con mayor número de participantes son Transvulcania y Transgrancanaria. El primero, que se celebra en La Palma, es de 73 Km; el segundo traza una línea desde Agaete hasta Maspalomas que ronda los 125 Km. Para superar tales recorridos, los deportistas se someten a una exigencia física muy alta: el esfuerzo es casi hercúleo. 


Es difícil estimar la dureza de una carrera de ultradistancia, es un valor casi subjetivo. Pero en comparación con pruebas similares que transcurren por asfalto -que las hay- , se puede afirmar que el desgaste articular y muscular de correr por montaña es mayor. El continuo sube y baja al que se someten los atletas hace trabajar músculos distintos y eso fatiga el cuerpo. Se usan músculos distintos y eso hay que tenerlo en cuenta. Es necesario acostumbrarse. 

Javier González, médico especialista en Medicina del Deporte, se muestra crítico en este asunto: "la gran mayoría de personas se está introduciendo en la montaña sin tener las adaptaciones necesarias. Hay una progresión muy rápida y en un año, o en menos, ya quieren cubrir todas las distancias".

 

El contínuo sube y baja fatiga


Para correr, no solo basta con correr. Como en cualquier otro deporte, para evitar lesiones hay que hacer trabajos específicos de técnica y fortalecimiento. El problema es que muchos los obvian por desconocimiento, falta de ganas o de tiempo. "Realizar esta serie de ejercicios [...] implica dedicarle más horas al entrenamiento. Así, vas restando tiempo a otras cosas", comenta González.


Una de las riquezas del ultrafondo es la enorme variedad de personas que lo practican, aunque el perfil típico es el de un hombre de en torno a los 40 años y con compromisos familiares. Aunque parezca extraño, la cuarentena es una buena edad para hacer un ultramaratón. Con el paso de los años, se pierde velocidad, pero se gana resistencia. Está médicamente comprobado.


Preparase este tipo de competiciones requiere tiempo, para la mayoría es complicado compaginar el entrenamiento con las obligaciones diarias, por lo que la manera de afrontar las carreras es clave. Hay quienes se las toman carreras como un mero divertimento, pero otros buscan competir. Esto por sí solo no es malo, pero puede acarrear riegos. González opina que habría que concienciar a los corredores aficionados sobre aceptar y valorar positivamente sus marcas. Si no, al intentar mejorarlas, y refiriéndose a la familia y a los amigos,  aclara que "puede ser que se queden muchas cosas por el camino".

    

El abandono no es un fracaso


El abandono es el fantasma que persigue a los corredores. Nadie quiere acabar la competición antes de la meta. En cambio, en cuestión de salud, y acudiendo a la cita popular, una retirada a tiempo es una victoria. La organización de Transvulcania aportó el dato hace unas semanas: en la edición de 2014, el 17% de los participantes no logró terminar. Pero no hay que ver este porcentaje como un fracaso. González, que además ha hecho dos veces  el Maratón Des Sables y ha completado cinco Ironman, manifiesta que es importante dejar el evento antes de que lo ordenen los servicios médicos. Para él, cuando se llega a ese punto, ya se ha sobrepasado el límite. "Retirarse en ultramaratones puede ser de inteligentes", enfatiza.  


A pesar de esta cifra, no hay que pensar que estas pruebas están abiertas a cualquiera. En la mayoría de los casos hay que acreditar que se tiene la suficiente forma y experiencia para afrontarlas. La propia Transvulcania introdujo este año una medida de seguridad: los participantes de la distancia larga tienen que haber superado un recorrido de montaña de más de 40 kilómetros. Si no, es imposible inscribirse. El Ultra Trail du Mont Blanc (UTMB), el más importante del mundo, tiene un sistema clasificatorio: hay una lista de competiciones que otorgan de 1 a 4 puntos si se finalizan. Para aspirar al UTMB hay que obtener 8 puntos.


Hay una frase que siempre ha deambulado en el imaginario de los amantes de la naturaleza: a la montaña no hay que perderle el respeto. Es cierto, es un lugar al que acudir con cautela. No importa que se calcen botas o tenis, que se pasee o se corra, pero sí que no le faltemos el respeto ni al terreno ni a nosotros mismos. Ahora que el maratón se ha quedado corto, todo parece indicar que no hay que tener prisa para ir más allá de él. Merece la pena tener paciencia y recordar que se hace necesario cuidar del organismo para la carrera más larga y difícil, la vida. 

Proyecto Summit


Una de las principales dificultades que hay para determinar la bondad, o no, de la larga distancia, es que apenas hay estudios que aborden la materia. La literatura científica es escasa, y no por falta de curiosidad, sino porque la popularización de este deporte es bastante reciente. En España, una de las investigaciones más ambiciosas es la de la corredora y bioquímica Emma Roca. El Proyecto Summit, como especifica su página web, nace con la idea de averiguar si la población que practica deporte de larga distancia y gran intensidad tiene más riesgo de sufrir problemas de salud que la sedentaria y la que se ejercita de forma moderada.


La investigación, que contó con la colaboración del atleta Kilian Jornet, no ha  sido publicada aún y ha estado lastrada por la falta de una muestra representativa. Pese a esto, se han extraído algunas conclusiones interesantes: se ha averiguado que no todo el mundo tiene el corazón preparado para un ultramaratón. Además, Roca afirma que "hace falta un buen entrenamiento previo, una buena hidratación y un buen protocolo poscarrera para evitar que salte la alarma". 


Roca acostumbra a disputar varias carreras de ultraresistencia al año, pero admite que después del proyecto ha variado su parecer. "Veo que el cuerpo sufre y mucho. Vale la pena cuidarlo. No hay que hacer tantas carreras y es importante comer y descansar bien. También lo es saber si tu corazón está preparado para esfuerzos largos", recalca. 

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